Se trata de un tipo de desarrollo en el que se reduce (aunque no elimina) la cantidad de programación que hay que escribir. De esta forma, es posible crear aplicaciones multidispositivo y multiplataforma de forma más rápida y permitiendo aplicar cambios o correcciones a medida que se está realizando el desarrollo. Gracias a la programación con Low code es posible entregar versiones intermedias a los clientes para que puedan probar funcionalidades, testar UI y UX o sugerir cambios que mejoren la aplicación.